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  • Alixx Core

Hoy te quería contar algo

Por: Alixx Core*


Hoy te quería contar algo

Hoy te quería contar algo:

Dicen que si una amistad dura más de diez años, es un hecho que durará para toda la vida. Nuestra amistad duró más de diez, y mira: no estás ni en mi lista de invitados.

Hoy te quería contar de lo duro que han sido los últimos años, que hubiera estado chingón que estuvieras a mi lado, pero pudo más nuestro orgullo y los malos entendidos.

Hoy te quería decir que me salió en redes un recuerdo de hace tres años, cuando nos tatuamos juntas y nos hicimos la promesa de viajar siempre al lado una de la otra, y que ninguna persona nos iba a separar. Vaya ironía: ¡lo que hace la apatía!

Hoy analicé todos los secretos que nos contamos, todas esas pedas que nos pusimos y también de las veces que lloramos por desamores.

Hoy te quería contar que ya conocí ese continente que teníamos planeado visitar el año siguiente, y que nuestros amigos en común me preguntan por ti y solo puedo responder: «Pues ya ves, así pasa».

Hoy te quería mostrar las llaves de mi casa, el nuevo cuadro que compré y que la pared del fondo está pintada con tu color favorito, que la semana pasada fui al bar donde siempre íbamos los viernes, que volví a cantar la canción que nos hacía gritar de alegría y también que me invitaron un shot de tequila.

Hoy te quería mandar esas notas kilométricas de voz que luego luego las escuchabas y te cagabas de risa con mis ocurrencias. Quería hacer el plan de todo el mes: los lugares que conoceríamos y que siguieras mis loqueras con paso firme.

Hoy te quería contar algo, pero recordé que ya no te hablo.



Culera

Hoy me dijo culera. Me lo dijo porque no contesto a la hora que él quisiera, porque no voy a los planes que tiene cuando sé que me ha llamado, cuando ya le han cancelado todos sus amigos. Me dijo culera porque no lo beso cuando quiere darle celos a una morra que se nos ha quedado viendo desde que llegamos a la boda.

Me dijo culera porque no contesto sus llamadas a las tres de la madrugada, cuando sabe muy bien que me levanto a las cinco. No es que no lo quiera o que no me importe lo que le pase, simplemente sé que para él solo estoy de pasada.

Y así lo veo: un día sí y otro no, porque no es estable, porque no soy yo. ¡Claro que eres tú! Tantos meses, tantos años y aún no sabes de tus daños. Cada palabra, cada promesa, cada te amo en el que definitivamente había un rezago.

Me dijo culera, y sí, tal vez lo sea, pero me he prometido que ningún cabrón me va a hacer quedar como su última opción cuando cambia y cambia de opinión. Me he prometido que no voy a permitir otro corazón roto cuando cambie la estación.



Abanico de posibilidades

«He pensado seriamente en abrirme de esas aplicaciones donde ligas, donde quién quita y en una de esas encuentro al amor de mi vida. Digo, he sabido de casos de éxito y la verdad no me cierro a la posibilidad de encontrar a alguien especial a unos cuantos kilómetros de distancia.

»Lo más cabrón va a ser describirme en menos de ciento cincuenta caracteres, para que cuando vean mi perfil, aparte de la foto, llame la atención con lo profundo de mis palabras.

»No es que esté desesperado por tener a alguien a mi lado, pero eso de estar lavando solo un plato a la hora de la comida, me deja cabizbajo. Eso de lavar la ropa los fines de semana y que nadie me pase el jabón o me salpique de agua para iniciar una guerra campal en el patio, a veces me da en la madre. Eso de que nadie me jale las cobijas o que me despierte a media noche porque tiene frío, provoca que cambie mi destino.

»Siempre he pensado que estar con alguien es de lo más bonito que se puede tener. No estoy diciendo que no disfrute de los días soleados sin tener con quién compartir la chela, pero la verdad es que sí me ando animando a ver qué pasa con esto de darle a la derecha en unas cuantas fotos.

»Porque a lo mejor anda por ahí alguien que quiera lo mismo que yo y le ponga el mismo empeño a que funcione esto del amor. Porque puede que encuentre lo que siempre estaba pidiendo, pero mejorado, que le guste el vino tinto y el rosado, pero también el pulque natural y los curados.

La verdad cada vez me convenzo más de que eso es lo que necesito, que todo este amor bonito se puede dar y va a ser todo un ciclo, porque la reciprocidad estará en su sitio y los buenos deseos darán pauta a un hito. Y si ya no sale nada de formalidades y anillo en mano, por lo menos una buena cena y unos besos sí me ando armando.»

Fotografía: iStock


*Alixx Core es licenciada en Relaciones Comerciales, por vocación, y escritora por pasión. Lleva a Star Wars en el alma. Disfruta de la música y la danza, y es amante de los vinos platicados. Medium: @alixxcore / Twitter: @alixx_core / Facebook: Alixx Core

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