«Y la recuerdo de ayer y me pregunto hoy» versa la balada de un conjunto que escucha la chaviza en los dosmiles y que el viento me trajo como respuesta a mis preguntas. El aire no posee las propiedades para atravesar cuerpos, es como si a los sólidos les diera el avión, por eso van y vuelven las cuitas en ciento ochenta días. Teletransporta los hedores de tus malos humores, tu bolsillo roto y la falta de drenajes; los perros no huelen noster timor, huelen que no nos bañamos, pero el viento sí huele nuestra falta de empatía y la mala suerte de las sombras. El soplo se lleva lo que los muertos dejaron, ¿o no?
Aire
I
Fotografía: Nicolás Aguilar (Vive Latino, 2007 o 2008)
—Festejos ajenos a nuestros rituales sojuzgan tus emociones en el día que es noche. Los cielos te visten, las nubes te peinan —dicen los dioses de ese día en que manos descarnadas te lanzaron al cielo para sentirse vivas—: serás de la dicha, esposa.
—Qué significa. No entiendo tus enigmas, sabio.
—Así deben ser los agüeros, no se entienden hasta que ocurren y cuando ocurren es demasiado tarde para cerrar los ojos.
II
Cuando mis plumas se humedecen porque Dios lloró, dicen los que andan a pie, me resguardo en los recovecos de cúpulas carcomidas por los malos pensamientos o en campanarios hechos con buena fe. Me gusta verlos resguardarse de lo que traen los vientos y aunque no pueda abrir mis alas, no siento miedo ni humedad ni amenaza alguna. Siempre admiré al Ultramán de la televisión por cable.
Fotografía: Nicolás Aguilar (Vive Latino, 2007 o 2008)
III
Fotografía: Nicolás Aguilar (Vive Latino, 2007 o 2008)
Pus qué hago aquí. Me salí sin la bendición de mi madre y con las ganas de ver a Los Chiconautlas All Stars. Qué tanto es tantito, si voy a tener un hombro descoyuntado o si huelen que ya me hice del uno y del dos... Qué tanto si la estoy pasando como nunca ayer. Si ahora siento que tengo un futuro amparado por los aires y las cabezas parlantes (universal estéreo dixit).
What is happening to my skin?
Where is that protection that I needed?
Air can hurt you too*Un agradecimiento especial (nuevamente) a Nicolás Aguilar, el del entusiasmo sempiterno, por las fotografías otorgadas.
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