Por: Humberto Calles y Humberto Lumbreras
Nadie puede dudar que este año ha sido particularmente complicado. La aparición de un nuevo virus cimbró las estructuras en las que descansaba nuestra rutina. Ante la novel catástrofe, tuvimos que recluirnos y alejarnos de otras conciencias, al punto quizás de abandonar casi todo contacto humano y desprendernos de los vínculos familiares, laborales o afectivos que abonaban a nuestra existencia.
Esta adversidad ha permitido, sin embargo, que el famoso adagio de Nietzche adquiriera una vigencia inusitada: «Sin música, la vida sería un error». Para justificar nuestras palabras, nos gustaría preguntarles: Durante las extendidas horas de trabajo, ¿quién no fue acompañado por álbumes completos de David Bowie o Mercedes Sosa? ¿Quién no escuchó géneros musicales que nunca en su vida habían escuchado? Vaya, en El Variopinto Blog estamos convencidos de que no faltó en nuestros lectores quien rescatara a Atahualpa Yupanqui.Acorde con los datos de una plataforma de streaming de música, este año se superó el récord de emisiones en directo de música y podcasts, con un total de 25.6 horas a la semana por persona. La hipótesis es que la marca anterior (18 horas semanales) se rompió debido a la accesibilidad con que las usuarios pudieron emplear el internet desde casa. No obstante el incremento en los tiempos de escucha, los conteos de esta famosa plataforma señalan que la mayoría de sus clientes escuchó sólo veinte músicos. ¡Los mismos veinte músicos!
Si bien esta reducción del amplísimo espectro musical se explica por la globalización, en términos culturales, queremos pensar que durante 2020 escuchamos las mismas canciones que el vecino, primero, por comodidad y, luego, por falta de convivio con otras personas. Así pues, con las siguientes recomendaciones intentamos inaugurar la última fiesta (o la primera, sea el caso) del año.
Acorde con nuestro estilo, a continuación les convidaremos doce canciones relacionadas con la literatura para cerrar el 2020 trazando remolinos de recuerdos, comentando lo leído y bailando lo vivido. ¡Qué las disfruten!
1. Soda Stereo, «Corazón delator» (cuento homónimo de Edgar Allan Poe).
A través de las páginas del periódico literario The Pioneer, el mundo vio en 1843 el quizás mejor cuento psicológico escrito hasta entonces: «The Tell-Tale Heart». De sensaciones paranoicas y tenebrosas, el relato de Edgar Allan Poe explora la mente de un homicida mientras es interrogado por la policía. Como muchos sabemos, El corazón delator es una oda a la locura en cuyo desenlace vemos cómo admite el protagonista su culpa.
Es precisamente esa atmósfera la que, a través de unos acordes del new age, sirve a Soda Stereo para describir el enamoramiento, es decir, cómo el corazón se abre, sale de su prisión y provoca el derretir de la mirada y los labios.
2. Los Fabulosos Cadillacs, «Las venas abiertas de América Latina» (libro de ensayos homónimo de Eduardo Galeano).
La canción prototípica de la segunda etapa de los Cadillacs: melodía con resabios de ska y punk rock. Esta canción es potente, iracunda, contestataria, gracias a sus riffazos crudos, el bajeo graduado en Re y la batería latosa. Sus letras es la mera intratextualidad de la voz del sociólogo más influyente del decolonialismo sudamericano, Eduardo Galeano.
Ritmo caliente que quema los dientes Veneno en las venas, no puedo parar Ritmo caliente, pueblo soberano Cenizas volando los vientos del sur
3. División Minúscula, «Tinta y papel» (novela Misery, de Stephen King).
No te iras a ningún lugar, si hago todo para mantenerte aquí. Voy a romper tus tobillos y asumiré que la idea es mía y que no la vi en una película, que tal vez junto a ti pude ver más de una vez. Pero es mi culpa y ya no sé si debo aprender a ceder o a perderte así
Publicada en 1987, Misery es una novela de terror psicológico del afamado Stephen King que trata sobre el secuestro de un célebre escritor, Paul Sheldon, por parte de Annie Wilkes, una enfermera fanática de Misery, personaje de muchas de las novelas de Paul. Al principio todo parece marchar bien pero poco a poco Paul descubre la obsesión que se apodera de su admiradora, que tratará de retenerlo hasta lo posible, incomunicándolo y obligándolo a escribir una nueva novela sobre Misery que responda a varios interrogantes planteados en las obras anteriores.
En 2006, la banda de pop punk División Minúscula estrenó su segundo álbum de estudio, intitulado Defecto perfecto. Si bien las 12 pistas que conforman el disco lo convierten en un bombazo, con hits sobresalientes como «Sismo», «Cada Martes» y «Sognaré», con «Tinta y Papel» la banda regiomontana rinde tributo a la película Misery (1990), protagonizada por Kathy Bathes y James Caan.
4. The Cure, «Killing an Arab» (Albert Camus, El extranjero).
Aunque la temática más importante del post-punk occidental es el amor (o el desamor, en todo caso), este género no puede negar la cruz de su parroquia, por lo que en ocasiones aborda temas políticos y sociales. Tal es el caso de «Killing an Arab», del archireconocido álbum Boys dón’t cry. Esta canción, a palabras del frontman Robert Smith, está inspirada en El extranjero, de Albert Camus.
La letra narra un tiroteo en una playa, en el que el árabe del título es asesinado por el ‘yo’ lírico. Como en la historia de Camus, el personaje principal de este single dispara a un árabe en una playa («Standing on a beach / with a gun in my hand»), tras contemplar el mar y la arena («Staring at the sea, / staring at the sand») y cegarse totalmente por el sol. La escena se complementa con las siguientes palabras:
Staring down the barrel At the arab on the ground See his open mouth But hear no sound
5. Led Zeppelin, «Achilles Last Stand» (Ilíada y Odisea, de Homero).
Se cuenta que Robert Plant escribió esta canción en su odisea por España, Marruecos y Grecia. El título, se dice, proviene a la llana razón de que se rompió el talón de Aquiles y pensó que nunca más volvería a caminar. Más allá de lo anecdótico, la intensidad de esta melodía nos refiere de inmediato a la cólera del semidiós Aquiles (el de los pies ligeros), cuando le reclama a Agamenón su parte del saqueo, así como las proezas ocurridas en combate ante el troyano Ulises, señor de los caballos.
6. Orquesta Antonio Morel, «Mataron al Chivo» (La fiesta del Chivo, de Mario Vargas Llosa).
La novela histórica mejor lograda del controversial Mario Vargas Llosa es sin lugar a duda La fiesta del Chivo, que narra, en un despliegue grandioso de polifonía, los últimos días de la tiranía que nubló la República Dominicana desde 1930 y hasta el ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo en 1961. El epígrafe de este libro es el estribillo del merengue clásico «Mataron al Chivo», que versa así:
El pueblo celebra con gran entusiasmo la Fiesta del Chivo el treinta de mayo.
7. Little Jesus, «Fuera de lugar» (Roberto Bolaño, Los detectives salvajes).
En 2019, la banda mexicana de pop rock Little Jesus estrenó Disco de Oro, su tercer álbum de estudio. En las letras de sus discos anteriores, Norte (2013) y Río Salvaje (2016), se nota la influencia del escritor chileno Roberto Bolaño, particularmente de la cara poética de Los perros románticos. Destacan, por ejemplo, «Berlín» y «Químicos».
No obstante, el tributo más explícito que hace la banda chilanga a los real visceralistas, es decir, a Los detectives salvajes, ocurre en la canción «Fuera de lugar», segundo sencillo, con el verso:
De Sonora a Colima / sintiéndome Ulises Lima
8. Shakira, «Hay amores» (Gabriel García Márquez, El amor en los tiempos del cólera).
García Márquez es el escritor latinoamericano más conocido allende Hispanoamérica por abordar con precisión quirúrgica las emociones de los personajes, retratar respetuosamente el accionar de las relaciones sociales, así en la familia como en los pueblos.
El amor en los tiempos del cólera (1985) es posiblemente la mejor novela del Nobel colombiano. Para ambientar la película basada en este texto, no pudieron elegir a mejor personaje que Shakira. Y no cualquier Shakira, si no la verdadera Shakira: la de «Moscas en la casa» o «Inevitable».
La canción principal del soundtrack retrata el incansable enamoramiento y su alcance al final de los tiempos. Hay amores» es una oda a quienes se dedican al amor, es un bolero sensual y barranquillero. Describe perfectamente el amor de Jeremiah de Saint-Amour, Juvenal Urbino, Fermina Daza y, sobre todo, Florentino Ariza. Esta canción puede escucharse en cualquier momento de la fiesta.
9. Austin TV, «Vendrán lluvias suaves» (capítulo homónimo de las Crónicas marcianas, de Ray Bradbury)
En septiembre de 2002, la banda de post-rock instrumental Austin TV entregó a México y al mundo su primer EP, que abría con «Vendrán lluvias suaves», inspirada en uno de los pasajes literarios más emblemáticos de Bradbury. Las notas y acordes navegan en total concordancia a lo narrado por el autor estadounidense: nostalgia, añoranza y desolación inundan el ambiente, haciéndonos sentir pequeños y con una actitud impávida ante el inevitable desastre por llegar. Un relato poderoso merecía una poderosa representación musical.
10. Willie Colón, «Gitana» (rima XXVIII de Gustavo Adolfo Bécquer)
La canción, originalmente un flamenco interpretado por Jose Manuel Ortega, mejor conocido como Manzanita, se basa en la rima XXXVIII del libro Rimas y Leyendas, de Gustavo Adolfo Bécquer, donde puede leerse:
Los suspiros son aire y van al aire.
Las lágrimas son agua y van al mar.
Dime, mujer, cuando el amor se olvida,
¿sabes tú adónde va?
El flamenco describe el amor no correspondido y la idolatría hacia una mujer étnica y culturalmente inalcanzable. Sin embargo, fue el compositor de origen puertorriqueño, Willie Colón, quien llevó el tema a la fama al transmutar la canción en sabrosos acordes salseros, a través del disco Tiempo pa’ Matar (1984), estableciéndose como uno de los temas más famosos del género salsa. En Willie Colón puede escucharse:
Las palabras son aire y van al aire.
Mis lágrimas son agua y van al mar.
Cuando un amor muere,
¿sabes chiquita a dónde va?
Bonus tracks
Quisimos reservar un espacio para las canciones que se guardan en nuestros sentidos y que por ello merecen ser mencionadas en un aparte. Creemos también que no necesitan una explicación más amplia, pues son tan íntimas que invitamos a nuestros lectores a escribir sus propias reflexiones.
· Celso Piña, «Macondo» (novela 100 años de soledad, de Gabriel García Márquez).
· Café Tacuba, «Las batallas» (novela Las batallas en el desierto, de José Emilio Pacheco).
· David Bowie, «1984» (novela homónima de George Orwell).
· Gerardo Enciso, «El fantasma de Canterville» (cuento homónimo de Óscar Wilde).
· Tiger Army, «Annabel Lee» (poema homónimo de Edgar Allan Poe).
· Óscar Chávez, «La niña de Guatemala» (poema homónimo de José Martí).
· U2, «Breathe» (novela Ulises, de James Joyce).
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