El pequeño Lalo seguía jalando la cuerda por encima de la rama del árbol, esta se tensaba más y más alrededor del cuello de Frijol, el perrito que tuvo el infortunio de toparse con él. Las cuatro patas del can colgaban rotas a martillazos y el tronco se sacudía al sentir la garganta cerrarse poco a poco. Frijol luchó hasta el final por su vida, terminó balanceándose, agónico, de aquella rama fuerte. Por más de una hora, su cuerpo todavía daba señales de vida… Lalito miró todo aquello sonriente.
Nadie lo juzgó mal en su pueblo, ni siquiera su madre lo reprendió. Era común ese tipo de comportamiento en los más pequeños de aquel lugar. Nadie, tampoco, imaginó que al crecer se convertiría en un despiadado asesino de mujeres.
Al final de aquel día todo quedó en una simple travesura de infante, porque, ¿quién puede cuestionar la inocencia de un niño?
Pintura: Pablo Picasso (1905)
Fernando Lucio Escalera, miembro de El Variopinto Blog, ha participado en NYLON Español, Vile Music Records, Thoracin/Rubens, MEOW magazine, Quién y Harper’s Bazaar México. Su línea de trabajo se centra en la música, vida y estilo, cine y cultura. En 2011 cofundó la revista Sinergia Magazine y en 2015 tradujo la novela Cows, de Matthew Stokoe.
A finales de 2018, cofundó Arte7éptimo, un proyecto de Facebook, Instagram y Twitter donde se reseñan películas. Twitter: @nando_lucio / IG: nando_lucio / Facebook: @arte.7eptimo
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